Pep Guardiola: "Tener a un jugador como Iniesta no tiene precio"

Tengo un cheque en blanco para gastarlo en un partido. Tengo rienda libre, para disfrutar de un espectáculo. Tengo un free-pass para ver actuar al cualquier jugador que quiera.
No se ustedes, pero yo elijo ir a ver a Andres Iniesta.
El tipo del barrio se preguntara quien es ese Iniesta. El amigo canillita se preguntara quien es Andres Iniesta. El fanático del fútbol se preguntara quien es Andres Iniesta.
En el mundo existe muchos estilos de jugadores, los que sobresalen por su calidad, los que sobre salen por su mediocridad, los que subsisten por algo en especial, y los que no hacen ruido por su humildad.
Ese señores, se llama Andres Iniesta. El que maneja la orquesta llamada Barcelona, el maestro sinfónico de la mejor selección del mundo (España); ese pequeño cara blanca, sin gesto en su cara, pata flaca, torso corto y cintura ancha. Ese es Andres Iniesta, el que no mide mas que 1.70.

En el indice de su libro se remarca la palabra talento. Pero Andres es timido, es vergonzoso, no pregunta ni contesta. El cerebro solo juega.
Sea como sea, sea suplente o titular, por izquierda o por derecha, por el centro o por la banda, con marca o libertad, Andres siempre piensa y juega.

No corre como Alves, ni tiene la pegada de Xavi, no cuenta con el carisma de Henry, la gambeta de Messi, ni los goles de Etoo; pero cuando Iniesta no enciende su luz, el Barca se queda a oscuras.

Iniesta no se siente importante, pero es importante. No sabe hablar, pero hablan sus piernas. Y si le preguntasen él tampoco sabe, quien es Andres Iniesta.