Real Madrid - Getafe, un combate de Box.


Cuadrilátero listo para la pelea. El estadio Chamartin, y una casería mas en su misión im-posible de escalar la montaña mas alta, el Barcelona de Guardiola – dícese en la enciclopedia de Xavi Hernández, el mejor equipo de Europa-.
El merengue acepto, e invito a Getafe, a la lucha por el titulo de los pesos pesados. El encuentro fue un combate de box.

La misma hoja de ruta de siempre para el local, aferrarse a su locura raquítica, ignorar el placer - síndrome anoréxico ante el espectáculo, y hambriento frente al triunfo. Un equipo sin encanto, pero con amor propio, que gana tanto como aburre, que cosecha tantas victorias como bostezos, un peleador que jamás se rinde, aun vencido.
La escuadra de Juande Ramos, deja la sangre, el sufrimiento, el dolor, la verguenza, la dulsura por el balón y el aficionado. Y sin estilo ni presagio se abraza como garrapata al fundamentalismo de ganar, e ignora el existencialismo de su historia. En 2009, la filosofía ignora el rezo "pienso luego existo", sino que evoca el: gano, luego existo.
The fight en el Bernabeu, fue un intercambio indiscriminado de golpe por golpe, donde Roberto Soldado marco el primer daño alto, y con un cabezo criminal en la mandíbula hizo tambalear al gigante. (0-1)

En el curso de la primera mitad, los blancos minaron de envíos tierra-aire el área de Getafe, e intentaron manotazos cortos que chocaron ante el freno de los guantes visitantes.

Hacia el ocaso del primer arranque, el hombre que desembarco para ser mendigo del olvido, y se convirtió en The New Hero, sorteo un gancho a medio tumbar, que dejaba empate técnico al termino del primer Round (1-1). Gonzalo Higuain, demostró una vez mas que en supervivencia es el más fuerte. Se comporta y lucha como un animal. Como Rocky marciano, se levanta de las lonas sin aire, afixiado o mareado, y oxigena a los blanco con su fe. La misma, que colmo los tabloides en la liga de la era Capelliana, y en el campeonato made in Schuster.

Segundo Round. Getafe tubo al Madrid Knock out, a medio matar, y medio asesinar. Los pañuelos empleaban discursos ruidosos, y los silbidos estruendosos reproches. Para colmo, Juande tiro del banco, y saco a Robben, futbolista con destino grande e historia jeta. El extremo holandés, volvió a ser un jugador con velocidad digital, talento dorado, y piernas de cristal. Arjen Robben es un muchacho de porcelana fría, se rompe fácilmente. En 15 minutos Se retiro lesionado.

Mas tarde, tal como cuenta la leyenda de Rocky Marciano, el campeón mundial de box, era un espíritu enorme que descansaba en un cuerpo despreciado, su estilo no era ni bonito, ni atractivo, sino ortodoxo e inverosímil. Practico como el Madrid de Juande Ramos, un racimo floreciente de 15 victorias sobre 16 partidos jugados. El joven italiano, boxer criado a golpes en Brockton, Massachussets, en la vida como en el cuadrilátero se veía obligado a usar sus sesos para sanar sus venganzas, su mala vida lo obligo a ser un artesano en el arte de vengar, perseguir, y no perdonar. La Casa Blanca española, no dista para nada de aquello.

Mientras tanto, en la alfombra de Madrid, Albin coloco un golpe bajo que hubiera ensangrentado el corazón de cualquiera (1-2 min 84´). Al Madrid, solo le corto el párpado. Minutos mas tarde, luego de otro par de puñetes de plomo del Getafe, el eternamente sentenciado Guti, le saco chispa a su pie zurdo, transformé la pelota en una llama fugaz. Esta se tornó en fuego, y el fuego en un incendio incontrolable para las telarañas del ángulo de Stojcovik.(2-2 min 88´)
José María Gutiérrez, tan genio en el campo, como irreverente fuera. Condenado a perpetua por todos los entrenadores, es un genio olímpico, que sufre de ciclotimia crónica. Y como otras tantas malarias, no tiene cura alguna.

Dos a dos, nuevamente empate técnico. En imagen, el local descuartizado, el visitante ágil felino entre las cuerdas.
Ahora si, golpe tras golpe, zurdazo y derechazo. Derecha e izquierda, gancho y quiebre de cintura, pregunta y respuesta violenta. Una cacería a la ética, una carnicería a la belleza. Un marco de mármol al desorden. El Madrid tan austero como peleador, tan bochornoso como admirable, se amarro contra sus dotes de malandra, y lucho en el Ring con confianza ciega.

En ese instante, Pepe se vistió de matón callejero, y trituro a patadas al inofensivo Casquero, que callo deshilachado en el área grande. El arbitro pito penal. El jugador del Geta, medicara las patadas con sal y paños de vinagre. El mismísimo Casquero, reto a San Casillas, aun duelo mano a mano. Error gravísimo. El san Pedro que custodia las puertas del Estadio Santiago Bernabeu, tomo con palmas divinas un disparo desinflado que emulo a Panenka(min 90´). Un rosario, y otras tantas oraciones para la ofrenda de Casillas. Inmediatamente como en el box, el Madrid se movió a su rincón, bebió un trago liquido y preparo el ataque definitivo, justo antes de la vibrante campanada.

El duro fajador merengue, reencarno en Gonzalo Higuain - apellido en tamaño minúsculo, e importancia mayúscula-. El argentino lanzo una carrera en solitario, voltio su mirada, fijo los ojos en el espejo retrovisor, y se encontró huérfano y abandonado en la trompada final. No tembló su cuerpo, sus rodillas no flaqueron y sus rasgos de tigre se fruncieron hacia la presa. Su pierna izquierda estallo como un lanza misiles, que impacto sin freno alguno en las piolas del equipo azulon (3-2 min 93´). Higuain, la pipa de la fe, el diablo rebelde que viste de blanco, hizo saltar las gradas de un infarto y saco la credencial eterna de salvador. Su especialidad, convertir acciones suicidas en goles milagrosos.

El Real Madrid estaba en la lona. Gracias a su alma de guerrero, a la herencia bóxer de Rocky Marciano, y a las balas de plata de Higuain sigue vivo en esta guerra. Juande, no se enreda en los hilos de la imágen, el mas que nadie sabe que su equipo no es melodía, y su estética no es un preciso juego de ajedrez. Pero apegado a los números y estadísticas en muchas ocasiones justifican las emociones. El Manchego hizo de la necesidad incesante de ganar un virtud del tamaño del Bernabeu, y su equipo no se baja del titulo de los pesos pesados. El Real Madrid tan torpe como terco, con su puño boxeador firma que el fin justifica los medios.

0 comentarios:

Publicar un comentario