Un Miércoles 27 de Mayo


Recta final de la final. Con Barcelona delante uno por cero, y Manchester desquiciado y ensañado. El United con el corazón sangrante, languidecía sobre el pasto, y mordía el suelo con el animo nublado. También su crack, hacia crack. Ronaldo estaba descuartizado en batalla, y esclavizado por su ego. En ese momento, en ese minuto, en ese segundo, en ese control, y en ese pase...Xavi levanto la barbilla, y obro de maestro de ceremonias. Ubico a Lionel Messi, y lanzo un balín teledirigido a la espalda de Rio Ferdinand, y ante la mirada hemorroidal de Van der Saar. Ahí, libre y hermoso como un príncipe, Messi desempolvo su ultimo secreto: en ese cuerpo mal forrado, de crecimiento tortuosa, hay un cabeceador. El argentino voló hacia el cielo y mas halla, flotó por los aires y conecto un cabezaso que entro en trance con la red. Gol y triunfo. Gol y trofeo. Gol y Copa de Europa. Gol y balón de Oro. Gol, e historia. Barcelona campeón, y Messi ser o creer: es el mejor.

Con Lionel de cabeza, y a la cabeza: Argentina vuelve a disfrutar del mejor futbolista del planeta. ¡Ah! Por el tiempo de los tiempos, amén Diego... Fue en el Olímpico de Roma, en el sitio donde comenzó el principio del fin para Maradona, en aquel pusilánime mundial 90´. En el mismo marco, Messi pinto su levitación divina.

El Diez cuenta 21 años (Sin animo de comparación, Maradona gano el Balón de Oro con 26 primaveras sobre el hombro). Es el goleador de la Champions League con 9 tantos. En la temporada, recolecto el trébol perfecto - Liga Española, Copa Del Rey y Copa de Europa-. Estos, repito sin animo de comparar, títulos que Maradona jamas consiguió. Messi, enamora en el mejor equipo del mundo con la 10 cosida a su espalda. El Barca practica el fútbol mas bonito, preciso, eficaz, y elegante de las ultimas décadas.

Además, convirtió 40 goles (38 con Barcelona y 2 con la selección Argentina). Sin animo de comparar, La pulga esta muy por encima de cualquier jugador moderno, de cualquier Ronaldo, de cualquier Kaka. "Todas las etapas del fútbol contaron con una super-estrella: Pele, Cruyjf, Maradona. En la posmodernidad, Lionel Messi es ese jugador destacado”, afirma Jorge Valdano.


Un muchacho barrial y un genio global. Lionel es un futbolista cosmopolita en el mundo, y en un ídolo cosmo-etnico en Argentina. El fútbol, es un deporte sectario, y con identidades marcadas, pero Messi no es exclusividad de ningún fanatismo especial, ni diferencial. Lionel no es adorado por una sola hinchada, sino por toda la sociedad fútbolera. Es parte de la cultura deportiva popular. Lo cual se entiende, porque nunca jugo en un equipo argentino, y por ende el simpatizante entra en profunda empatia. Si bien esta identificado con las divisiones menores de Newells, el chaval trasciende las, y no referente exclusivo de alguna tribu. Como si sucede con Riquelme, Ortega, Aimar, e infinitas etcéteras. A Tevez, se lo bautizo como el jugador del pueblo, pero sus piernas concientemente estas identificadas con Boca Juniors.


Un 27 de Mayo de 2009. Cierta vez, Ludwing Van Beethoven profeso que “Lo mas bello, es hacer felices a otros hombres”. Si Messi algún día se lo preguntase, la respuesta la encontraría en la tarde de un 27 de Mayo. Porque esa jornada, Messi ha hecho feliz a cientos de aficionados del Barça. Quizá a miles de hinchas que no son del Barça. Y Sobre todo, a millones de Argentinos fanáticos de su talento. Incluso, a los que se califican como anti-messi y se resisten a añorar su capacidad.


Crónica de un 27 de Mayo. Es Miércoles, Argentina se paraliza. Son las tres de la tarde. En la calle solo se siente el bullicio del silencio y el susurro de la soledad. Un pequeña brisa abraza el invierno que se avecina. En el interior de los hogares, el televisor resplandece el cosmos de Barcelona y Manchester. Y un país entero esta pendiente. Prendido. Nervioso. Expectante. Por los poros, Argentina respira fútbol. Los principales centros urbanos están enardecidos. La conciencia colectiva asimila que este será un gran día. Que algo extraordinario, realmente diferente esta por suceder. Messi y Tevez son los actores protagónicos. Pero en la intimidad, las pupilas lagrimean y la piel brota en carne de pollo, cuando el diez de Barcelona toca la pelota. Todos siente un espíritu especial, sin importar si son Messifilicos o Messifobicos. En los taxis, el comentario emotivo y la voz frenética del relator de radio srive de testigo presencial. Así mismo, sucede en la oficina, el comercio, y en cada puesto de trabajo. La vida se interrumpe, y la rutina se irrumpe. En las escuelas, los docentes se despojan de manuales, y los alocados alumnos se fanatizan con el diez. ¡Hoy es el partido! Comenta con sentido de pertenecía una señora que camina apresurada y al paso. El crédito sentimental es alto. La tasa simbólica, imposible de imaginar. Hay alegría. En las veredas angostas de la Capital, tras el polvoriento vidrio de una ventana, lúgubre y color sebo, los purretes, caminantes y turistas, observan el partido con atención. En el Bar, no cabe un alfiler, y los mozos se entremezcla entre la multitud. El país contiene un alto voltaje emocional, que esta por estallar. Se trampea a la obligación, y se frenan las urgencias. De algún lugar reviven los hinchas olvidados. Tal y como sucede en el Campeonato Mundial, Argentina gira como una pelota. Por primera vez, la radio trasmite un encuentro de fútbol internacional. El diario deportivo acaba la venta de sus ejemplares por la mañana. Y los de interés general, llenan su tapates alrededor del Diez. La televisión hace pico de raiting.

El pueblo sale del ostracismo. La opacidad desaparece, y el fulgor del diez ilumina el alma. Se olvidan los dramas cotidianos. La economía, las elecciones del próximo mes, las deudas, el laburo...nada de eso interesa. Argentina canaliza sus virtudes y miserias en el virtuosismo de un niño grande. Un rosarino de talento cuasi infinito, como el cerebro de Ireneo Funes... Un zurdo, un diestro, un siniestro, que surca el viento con su melena, y discute con los dioses halla arriba. Y gambetea a los demonios aquí abajo. Un pie dorado, que refugia las pasiones desenfrenadas y la exigencias masivas. Un Messias, que regresa la gloria perdida a estas tierras. Un Sol, vestido de blaugrana, que ilumina muchas vidas. La estrella máxima sobre la que gira el universo del fútbol. El, Lionel, confirma que una vez mas, el fútbol divino nació en la pierna izquierda de un argentino. Por él, vuelve la alegría. Si, como en los tiempos de otro Diez.

Messifilicos o Messifobicos, ser o creer: Lionel es el mejor.

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