Sobre Fabbiani


No es noticia. Cristian Fabbiani fue separado del plantel de River por decisión de Leonardo Astrada, quien no lo tendrá en cuenta para la próxima temporada. Es por eso que Fabbiani esta en el punto negro de la opinión publica y en el blanco fácil de la opinión publicada. Ahora bien, una vez arrojada sobre Fabbiani toda la flemática vulgaridad y la incontinencia verbal de los (des)sesudos especialista es mejor echar un vistazo al retrovisor.

Fabbiani es el peor enemigo de si mismo, es su propia víctima. Desde que aterrizo en el Monumental muto de ogro verde bienaventurado a “vaca multicolor”. Abrio las puertas del castillo rojiblanco como un autentico héroe homérico y ahora se despide por la salida de emergencia; como un ogro salvaje. Lo cierto es que fue arrollado por la tempestad parasitaria de las sanguijuelas massmaniaticas. Y termino aprisionado por su empequeñecedora doctrina pegajosa. Sin dudas la prensa enveneno su comida.


En suma, ahora subirse al Ring y golpear el saco descosido de Fabbiani es gratis, es moco de pavo para los superfluos. Es un juego rutinario para los mismos plumiferos que ensalzaron su figura - siempre algo desfigurada -. Porque fueron los hombre del micrófono quienes erigieron a un jugador de los demasiados en una suerte de mago de Oz. Y fue puro sensacionalismo. Magia barata.

Fabbiani fue un experimento fallido, el intento de crear un ídolo express. Y por eso una vez estallada la realidad, Fabbiani y por sobre todo el simpatizante millonario se tragan el marrón. A saber: la mentira tiene patas cortas.
En consecuencia, una vez consumada la tortura deportiva, el delantero es condenado a perpetua. Y se lo presenta como la encarnación dionisiaca del mal, el portador de los siete pecados. En ultima su cuerpo es triturado en la carnicería mediatica.

Lo cierto es que Fabbiani es un ególatra, es un muchacho algo impúdico. Es un Edipo acomplejado. Pero de ahí a patear su trasero inescrupulosamente hay un abismo. Porque él es solo un clase B tuneado. Y Por eso, después de todo, en el Halloween millonario Fabbiani es nada menos que una calabaza inmadura. Es un niño rosa entre tanto zombie y muerto desangrado, es un muñeco articulado entre tanto Ortega, Almeyda y Gallardo.

0 comentarios:

Publicar un comentario