La Moral del Amo y del Esclavo


El domingo termina el Torneo Apertura. Escandaloso y desdibujado. A saber, Cappa se fue de Huracán, y con él, el noble y gustoso fútbol. Mientras, Banfield tiene la posibilidad de ser campeón...

En La genealogía de la moral, Neitzsche derrumba el edificio de la hisoria escarbando entre los escombros del pasado. En una arqueología que encuentra los profundos fósiles enterrados de la infamia humana, Neitzsche se propone “aclarar” lo claro. El “poeta maldito” recita los aforismo de la tragedia y encuentra los rasgos de una moral de los amos y una moral de los esclavos:

La rebelión de los esclavos en la moral se inicia cuando el propio resentimiento se vuelve creador y produce valores: el resentimiento de aquellos individuos a quienes les esta impedida la verdadera reacción, la reacción de la acción, y que solo se resarcen mediante una venganza imaginaria. Mientras toda moral noble nace de una triunfante afirmación de ella misma, la moral de los esclavos dice no ya previamente aun afuera, a un otro, a un no yo(..) Esta inversión de la mirada forma parte del resentimiento (..) El resentido ve en el enemigo, teniendo en cuenta que en esto consiste su acción, su recreación: lo ve como un malvado enemigo, como el malvado en si, y ello como concepto fundamental del que extrae su imagen antitética la de un bueno, que no es otro que el mismo...(...)”

Esta idea de envenenar y burlar la vida es propia de un espíritu agobiado y vengativo. De la cobardía y la mansedumbre, de los mal formadores descendientes de la decadencia humana. De aquellas almas que desprecian la vida y el devenir; considerandolo imperfecto e impuro. Esto sucede porque la vida les resulta “un valle de lágrimas” y sufren una enfermiza debilidad psicológica. Porque no fisiológica. Es la pudredumbre que asecha a aquellos gusanos idealista y subterráneos. Y esos son los rasgos característicos, porque no constitutivos, de una moral de la esclavitud.

En cambio, "una moral de señores crea y actúa espontáneamente, buscando su opuesto para afirmarse así misma con mayor gratitud. Es decir, lo bajo, vulgar y lo malo, es solo un contraste pálido –surgido posteriormente- de su concepto fundamental, positivo, completamente impregnado de vida y de pasión, el concepto que afirma: ¡Nosotros los nobles, nosotros los buenos, nosotros los hermosos, nosotros los felices (...) Al mismo tiempo, como eran hombres íntegros, pletóricos de fuerza, y por ello, necesariamente activos, no sabían distinguir la actividad de la felicidad, ya que consideraban que aquella formaba parte de esta (...) el hombre noble reclama un enemigo honorable (...).”

En esta selva arcaica de libertad habitan espíritus aristocráticos, con autonomía leonina. Estos recuperan la inocencia del niño, la conciencia animal y la vitalidad de las aves de rapiña.Tienen la astucia del águila y el orgullo de la serpiente. Esta es la expresion primera de los amos, es el instinto de las bestias rubias, constructivo y destructivo, que “mora en el interior de las razas nobles”.

Concluir ustedes futboleros. Aquí esta. El aparente triunfo de esa fuerza dormitiva que hace años adormece el deporte. La victoria del resentimiento y el goce de los esclavos. La tragedia una vez mas. Es la voluntad falseadora del rebaño bilardista. Estos representan el placer de la muchedumbre y la grosería de la plebe. El perecer del fútbol.
Porque yo no conozco chiste mas malicioso que el de estos aduladores del bien. Estos comediantes que europeizaron el deporte. Empero, allí están, escondidos es su jardincillo del resultado y en su circo disciplinado. En su doctrina iluminista que todo lo calla y lo trampea. Hay están con sus “detalles mínimos” y sus estupidez maximas. Con sus tácticas grises y sus estrategias bochornosas. Hay están, disfrazados de espantapájaros y saltando como ranas, apunto de ser campeones.

Fútbol: ¡Transmutación de valores!

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