Adebayor: "Un ser humano en Africa no vale nada".

La violencia es hija de la desigualdad. Parásito que subyace a la coraza de la tierra. Infección colectiva. Burla y calumnia ratonera. Injuria y herejía de los poderos. Vehemencia que desvanece las fronteras. Pintura pálida y amarilla de estos tiempos. Trazo insensato e impuro. Inhumana realidad que derrama la pobreza. Naturaleza cómplice del hambre y de la opresión. Magia solemne del “doble-pensar” (Orwell).
Sin embargo, para ciertos sectores de la rancia ortodoxia internacional la violencia es parte del orden natural, inherente al código biológico, por no zoológico, de la humanidad. Sustancia karmica de “villeritos” sudamericanos y de negros africanos. Pero claro, ellos, hombres de manos rápidas y mentes cortas, son duchos hechiceros en estos artes. Visten, tímidos, los ropajes de la riqueza justificada y la abundancia “medida”. Jerarquía cretina y descorazonada que estupidiza con sus ardides dialécticos del macro-engaño.
Emmanuel Adebayor, futbolista del selección de Togo, manifestó que "un ser humano en África no vale nada", desconsolado y disconforme con la decisión de Jugar la Copa de África, pese al ataque que sufrió el seleccionado de Togo horas antes del inicio del certamen y en el cual murieron tres personas (La Nación) . “Fui con el seleccionado de Togo a jugar un gran torneo y nos asesinaron a tres personas ¿Que más puedo decir?", añadió Adebayor.
Adebayor, lengua sincera de los sin voz, actuó por la humanidad. El ya sabe, parafraseando a Einsten, que “el mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Y que el fútbol es un buen sitio para comenzar a cambiar. Con tipos como Adebayor sabemos que “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Pero, mientras tanto, en África, Asia y el Sur de América se derraman parte de los desechos del basural del planeta.
Emmanuel Adebayor, futbolista del selección de Togo, manifestó que "un ser humano en África no vale nada", desconsolado y disconforme con la decisión de Jugar la Copa de África, pese al ataque que sufrió el seleccionado de Togo horas antes del inicio del certamen y en el cual murieron tres personas (La Nación) . “Fui con el seleccionado de Togo a jugar un gran torneo y nos asesinaron a tres personas ¿Que más puedo decir?", añadió Adebayor.
Adebayor, lengua sincera de los sin voz, actuó por la humanidad. El ya sabe, parafraseando a Einsten, que “el mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Y que el fútbol es un buen sitio para comenzar a cambiar. Con tipos como Adebayor sabemos que “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Pero, mientras tanto, en África, Asia y el Sur de América se derraman parte de los desechos del basural del planeta.
PD: ¡Ah! Mientras, fuentes bien informadas cuentan que en los adentros de la FIFA y en las oficinas de Adidas, Puma y Niké, los tecnócratas calculan el aumento de las cifras de recaudación. Permítase, una vez, citar a Albert Einsten: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana”
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