Cassano - Pazzini


En tiempos de tinta seca, la debilidad del personal. El ex ariete de Sampdoria Gianluca Vialli - cañonero de puttanesca- comparo al dueto Antonio Cassano y Giampaolo Pazzini, con la pareja que él mismo conformaba junto a Roberto Mancini, en Sampdoria de Génova en la década de 1990. Ambos vivía entre los cielos, y levantaron el Scudetto de Serie A en 1991, fueron subcampeones de Europa 1992, y primeros en Copa Italia. En sus días, el sur oscuro lograba humillar al norte blanco, y los ricos recibían cachetadas.

“¿Son Pazzini y Cassano como yo y Mancini? - Realmente creo que lo son” manifestó Vialli “Su entendimiento ha crecido espontáneamente y es muy natural. Cassano establece los tiempos y dirige los pases, mientras Pazzini lee el juego de la misma manera”


Antonio Cassano y Giampalo Pazzini. Ebony & Ivory.

Il Tallentino, Cassano. Un pequeño mocoso panocha, al que los mocos le colgaron como velas por el intenso frío cuando era niño. Los dioses del fútbol lo depositaron en Bari, el 12 de Julio de 1982. Nació en cuna de paja, choza de lata, y abrazadondo a la pelota. Podría haber sido un malandra. Podría haber sido fontanero, limpia botas o vendedor ambulante, buscando vida por la capital.
Creció en los abismos de la ruina, destinado a perder con el hambre y la pobreza, y correr tras la miseria que golpeaba sus tobillos. En su juventud, fue un experto en robar a los distraídos. Hijo de madre viuda, jugaba al fútbol en los suburbios, con pelotas de cuero u ovillos de lana. La diosa de los vientos, llevo a Cassano a un campo de juego, donde hace malabares y dibuja zetas en el pasto.
Irreverente, genial, original. Pequeño chispeante de talento dorado. Il bambino juega como vive, y vive como juega. Anárquico, incorregible, problemático e indisciplinado, Cassano siempre hace lo que piensa, sin pensar lo que hace. Un loco maravilloso pegado a la redonda.
Lleva la pelota cocida a su empeine, y toca el balón como si fuese una guitarra, haciendo música italiana. Ella se duerme mansa en el pecho de su pie, descansa y se hamaca.
Cassano es un experto en el arte del pase en profundidad. Tiene la precisión de un cirujano, una culebra en la cintura y un carácter desquiciado. Tan bueno como esquizofrénico, tan magistral como insoportable. Su presencia en Italia, origino dos tendencias filosóficas, Cassanologos y Cassaflorogos. Simplemente un crack, el ídolo del personal.

El pibe de Bari, es el servidor de los banquetes de Pazzini.

Giampaolo Pazzini (2 de Agosto de 1984), nacido en la ciudad de Pescia, y formado en Florencia. Venido desde quien sabe que región del fútbol, el delantero pega el zarpazo y se esfuma. Un especialista en crear sorpresas.

Su juego es un misterio, recibe pases antes de ejecutados, encuentra el claro entre los bosques rivales, y fulmina a los arqueros lanzando bolas de fuego con su empeine y su cabeza. Pinta diagonales criminales, y desaparece en las áreas. Mas tarde, reaparece festejando. Un connioneri diestro y siniestro. Pazzini es un éxtasis a las piolas, en sus goles no abunda la belleza, pero su presencia es una amenaza.
Antonio Cassano y Giampaolo Pazzini, Evony & Ivory en las canchas, las armas del sur de Italia. La herencia tirana de la antigua Sampdoria.

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