Cristiano Ronaldo Nº 7

El muchacho malcriado que envuelve su figura en la tela numero siete de Manchester United maduro finalmente, se hizo mas futbolista, mas estrella y mas hombre. Este martes, con dos goles que depositan a su equipo en la Final Europea, enterró bajo tierra a sus críticos, hizo morder el polvo a los que se empeñan en sentenciar que Cristiano Ronaldo es un muerto en combate, un jugador que brilla por su ausencia en las citas importantes. CR7 obtuvo su credencial final como Big Man.

The Last Train To Roma, escala previa en Londres: El Emirates Stadium era el seudo donde la rebeldía juvenil del Arsenal College planeaba su heroica recuperación frente al ejercito Rojo de Sir Alex Fergusson. (Ida: 0-1)
Bastaron apenas 10 escasos minutos. La anarquía gunner, cayó desintegrada ante el ardor del volcán colorado del United. Los diablos de Fergusson cubrieron de lava las praderas del profesor Arsene Wegner, y arrollaron los intentos de su escuadra. Park en primera instancia abrió la piel de Arsenal, y C.Ronaldo en dos oportunidades machaco la herida. Arsenal acabo desangrado, y sin reacción.

Cristiano Ronaldo. El Heredero del Siete Bravo. La camiseta Numero Siete de Manchester United.


George Best, (simply the Best), desde la orilla derecha del campo en los años 1970. El fútbol del extremo ingles desprendía electricidad, ritmo frenético y cocinaba sortilegios en los pastos mas verdes de Europa. La legión del United domino el territorio bajo su imperio mágico en el campo, y su vida desamparada fuera. G.Best fue el rey de los bares, los regates y la cerveza.

Mas tarde, la herencia toco la espalda de Eric Cantona. Sinónimo de descontrol. Magistral e insoportable. Disparaba balas blancas de su pierna derecho y golpeaba testarazos imposibles. Era un torbellino para los defensas. Cantona, escapo en la cancha de los marcadores como en los bares de la justicia de Inglaterra. Un Bad Boy antológico. The Big Eric, despertaba verdaderas pasiones en sus seguidores y brotes de esquizofrenia en sus adversarios. Un rebelde sin causa, sin sentido de reinserción social. Ejerció un dominio total en el fútbol de Las Islas en la década de 1980/90.

Hacia mediados de 1995, luego de la condena perpetua de E.Cantona, por sus actos de vandalismo deportivo, The Number Seven, toco la puerta de David Joseph Roberts Beckham. La espada plateada destino a Becks como el nuevo escudero de Manchester. Alrededor de las explosiones de su pie derecho, los red devils conquistaron una Copa de Europa, además de innumerables competiciones británicas. Amar u odiar Beckham, esa es la cuestión. Becks despierta discusiones carnales entre devotos propios y ateos ajenos.
El ingles, recibió un don divino en su pie diestro, exquisito. Una tormenta de engendrar rayos ultravioletas que se transforman en tiros libres imparables. David es una víctima de su look Pop Stars, de la empresa multinacional que representa su perfil metro sexual, y el clamor femenino de la galaxia entera. Un maquina de producir dinero, y un lanzador de meteoritos que encienden la mejor pegada del universo. Beckham y su virtud única (su pegada), seran presos eternos de la armonia hormonal y natural de su figura. Con el correr de los años, el ex capitán de Inglaterra, paso de un Shooter diestro y siniestro, a un Sex Simbol moderno. Un empresa de pantalones cortos.

Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, recogió los papiros de cada uno de los portadores de la séptima camiseta. En 2009, es la sublimación del arte acabado. El siete bravo, un crack surrealista. Antes Ronaldito, apartir de este martes, Ronaldo en letras Gigantes. En el marco de un “partido importante” alfombró de oropel el territorio de Arsenal, y creo un coral exhibicionista de fútbol fantasía.

CR 7, reune todas los atributos de sus antepasados, y es el Satanás de la casaca numero siete. Desde el abismo del campo de juego, despliega sus alas y es capaz de lanzar un vuelo hacia el paraíso, inalcanzable para cualquier futbolistas mortal. Desde Madeira (su pueblo natal) hasta Londres, Ronaldo dibuja arabescos en la hierba, tiene una culebra en la cintura, y esconde una tonelada de amagues indescifrables. Con Cristiano en el pasto, todo se convierte en un picadero de circo, la pelota: un bicho amaestrado, el partido: una invitación a la fiesta.

El Batipibe, engendra la velocidad eléctrica y los molinetes de George Best. El instinto criminal y el vuelo aéreo de Eric Cantona. Y una bomba en ambas piernas que cosecho de David Beckham. El portugués es el experimento ideal de Manchester United.
Por cierto, Ronaldo es tanto un ilusionista de calidad con el balón, como también un icono del marketing. Es el macho alfa de fútbol mundial, como manda el destino de su camiseta. También aprendió a pintar sonrisas a las cámaras, ser actor publicitario, y un marcado en el gimnasio. Esencia y existencia del Nº 7.

En un encuentro relevante, Cristiano Ronaldo, marco dos goles definitivos y rubrico el pasaje a la Final Europea. Finalmente, aprobó el pos grado de MegaCrack (se hizo hombre) y cosió en su espalda el Number Seven del United. Un numero que identifica para la eternidad al Satanás del fútbol Mundial. Cristiano Ronaldo, el Heredero del Siete Bravo.

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