Apuntes de la 17º

Un torneo, tres estadios.

En Sarandi, Lanús presentaba su credencial de líder absoluto. Exponía una hoja de servicios inmejorable y la guía estadística pugnaba a su favor. El local, Arsenal, no ganaba hacia doce jornadas. Pero como en el fútbol lo genial y lo absurdo coinciden en un mismo punto, en 21 minutos el plan de Burruchaga se ejecuto milimetricamente y la presión asfixiante dejo sin oxigeno al visitante. El local secuestro la pelota y domino el territorio. El pelotón se movió al toque de corneta de Pellerano, y su equipo encajo tres goles que desterraron la angustia del visitante. Lanús, sorprendido y desorientado, descontó, pero sus cartas ya estaban echadas. Perdió la contienda obcecado en percutir, una y otra vez, por el centro del frontón de los de Burru. Entonces, sobre el final echo el resto en busca de una remontada tan tremenda como imposible y dejo demasiados frentes abiertos; Arsenal desempolvo el arte del contra golpe, convirtió el cuarto y dejo el milagro granate sin panes ni peces. Con un Poker en contra, el castillo de naipes de Zubeldia se derrumbo. (1-4)

En Vélez, el local agitaba la punta con los ojos en su campo y los oídos en la radio. El equipo de Gareca comenzó la tarde ansioso, irresoluto y laminado por su adversario. Newell's selló los caminos y aplicó un cerrojo inquebrantable en la línea defensiva. Con el correr de los minutos, Vélez (puro oficio) se quito las cadenas y Maxi Moralez acudió al auxilio en ataque. El diez, dibujo el garabato del primer gol (Rodrigo Lopez) y de ahí en mas la victoria fue mera cuestión del devenir del partido. El Fortin, un equipo tracción trasera, presiono el nitro, encendió la propulsión y arrollo a Newell's con un ritmo aerodinámico. Moralez, el jugador del partido, marco el segundo tanto. Vélez puntero. (2-0)

En La Boca, por esas cosas que tiene el fútbol argentino, se disputo el derby de Boedo y Parque de los Patricios. Un encuentro con prontuario, un clásico en blanco y negro. Huracán, el equipo mas preciosista y menos resultaditas de los últimos veinte años, coquetea con el trofeo mas bello y el resultados mas importante. Gano el partido mediante la vía aérea, en una pelota a balón parado Paolo Goltz convirtió un tanto petrolífero. Un tanto con intrahistoria. Después el curso del encuentro fue mas músculo y pierna fuerte que toque y sutileza, mas hombro que talento, mas sudor que excelencia, y mas sacrificio que buen juego. El conjunto de Ángel Cappa no tuvo ni la poesía y ni la estética de otras tardes, pero transpiro personalidad, carácter y generosidad. Un triunfo valiosísimo, de esos que el dinero no puede comprar ?. (1-0)

Próxima estación, el infarto:

Semana 18º.

Lanús – Vélez
Huracán – Arsenal
Semana 19º.

San Martín (T) - Lanús

Vélez - Huracán