Paolo Maldini

El 31 de Mayo de 2009 el corazón del fútbol se encogió, los latidos comenzaron a sentirse mas lentos cada vez, y la sangre dejo de fluir sobre el pasto. El Artemio Franchi de Fiorentina se inundo en lágrimas y nostalgia. El sonido del silbato marcó el final. El pitido enfiló la orquesta, y la sinfonía del retiro comenzó a sonar. El track dramático y emotivo, se tituló: Ciao y Grazie Paolo.

Hubo un antes y un después en el fútbol después del 20 de enero de 1985. Nils Lidhom, entrenador de Milán, mando al terreno de juego a un adolescente de 16 años. Aquel, era el joven Paolo. En ese entonces, El hijo de Cesare, un ex futbolista Italiano de vanguardia. El bambino ingreso en San Siro sustituyendo a Sergio Battistini. Enfrente estaba Udinese, y Paolo ocupo el puesto de lateral derecho. Su prematuro contacto con la hierba de San Siro provoco una energía mítica. Una necesidad eterna, que mutaría en leyenda. Aquel muchacho, era Paolo Maldini. Y Así, comenzaron veinticuatro años de fútbol.

Su hoja de servicios expone, cinco Copas de Europa, (único jugador que no es de Real Madrid en lograr tantas 'Orejonas'). Incluso, es junto con Paco Gento el que más finales ha disputado, con ocho presencias. Siete 'Scudetti' de Italia, dos Intercontinentales, cinco Supercopas de Europa, 5 Supercopas de Italia y una Copa Italiana. Mas de 1000 partidos oficiales con Milan, y 646 encuentros en Serie A. Represento a la patria azzurra en 126 ocasiones, siendo el jugador con más presencias en la nacionalle. En 74 de estos partidos actuó como capitán del equipo, siendo así el jugador que más veces ha ejercido la capitanía de la Selección. Además, acumula el record de minutos jugados en Campeonatos del mundo - 1024 min -, y el gol más rápido en una final de Liga de Campeones (el primero de Milan 3 Liverpool 3). Un formulario faraónico. Único y envidiable.

Maldini es, aquí en la tierra como en los cielos, un símbolo de nobleza y profesionalismo. Un ejemplo de elegancia, humildad, respeto, fidelidad y lealtad. Es una radiografia de futbolista utópico en esta época, donde la frivolidad invade a los deportistas. Una especie en peligro de extinción. Un jugador que encarnó los valores olvidados, y quizás perdidos del fútbol. Que se gano, por siempre, el corazón de quien esto escribe. Porque para Don Paolo, entre el honor y el dinero, lo primero, fue siempre lo primero

Tras esos ojos cristalinos, detrás de la melena y el rostro modélico, Maldini ha sido una tonelada de esfuerzo sobre el pasto. Un montaña de fuerza y batalla. Corriendo, saltando y gritando por el campo como un empírico emperador Italiano.
En Milán jamas se creyó que existiese un camino para ganar, porque Paolo era el camino. Por eso, de aqui en adelante, su camiseta numero 3 flotara entre las nubes, y descansara hasta la eternidad. En la dimensión de los grandes...de los mas grandes.

Il Bello era un tipo especial. Que todos amaron. Genio y figura hasta la sepultura, siempre en pos de lo imposible. Un maestro y un alumno soñador. Un compañero solidario, amigo de sus amigos, y de sus enemigos tambien. Maldini, fue un ingenuo luchador, un fogoso defensa central, y un valiente lateral. El mejor lateral izquierdo de la historia. Un hombre con un corazón enorme, que no le cabía en el pecho.

Maldini fue un sentimiento. Una caballero admirable en el campo, y un jugador que marco un antes y un después en este deporte. Fue la bandera del Milan. La bandera de Italia. La bandera del fútbol. Paolo Césare Maldini, un classico del Calcio Mondiale. Ciao Paolo, Grazie Per Tutto.